Entrevista
Pilar Llop, presidenta del Senado
“Una democracia no es plena si no trata de la misma manera a todas las personas que la componen”
12/06/2020
Blanca Abella
El compromiso adquirido desde hace apenas unos meses por Pilar Llop desde su actual responsabilidad tiene mucho que ver con la cohesión social, pues asegura que el papel del Senado es fundamental en la cogobernanza, cooperación y coordinación para que todas las personas, vivan donde vivan, tengan los mismos derechos. En este sentido, y entre otras cuestiones, apunta la necesidad de reformar la Constitución para adaptarla a la Convención de la ONU sobre Discapacidad y denuncia la esterilización forzosa como una vulneración de los derechos humanos “intolerable”. Finalmente, proclama con decisión la importancia de lo público, de reforzar “lo que nos es común” y asegura que para mejorar la democracia y la convivencia es necesario “un enorme esfuerzo de generosidad y líderes que sepan estar a la altura”.
¿Cuál es la principal tarea que, a su juicio, asume como presidenta del Senado?
El
Senado es la cámara de representación territorial e impulsar esta función es fundamental para desarrollar y profundizar en el Estado de las Autonomías, para avanzar hacia un país más cohesionado social y territorialmente y para que la ciudadanía, viva donde viva, sepa que estamos aquí para atender y buscar solución a sus problemas. Esa es mi prioridad, revitalizar el papel del Senado como referencia de coordinación y colaboración entre los distintos territorios y entre las distintas administraciones que conforman nuestro país.
¿Cómo define la actual realidad territorial en nuestro país y de qué manera está representada en el Senado?
España tiene una configuración territorial singular y diversa, que es constitucional, y que encuentra en la Cámara un espacio propio a través de la celebración de debates y comisiones específicas donde tienen cabida los intereses de cada territorio. Además, el Senado cuenta con senadores y senadoras designados por las comunidades autónomas que guardan contacto directo con sus parlamentos autonómicos.
La diversidad siempre es enriquecedora. Canalizar toda esa riqueza a través del Senado sirve también para afianzar la arquitectura sobre la que se conforma nuestro país y que recoge nuestra Constitución. Es importarte tener un sistema que llegue a cada ciudadano y a cada rincón de nuestro país.
El multipartidismo actual y la ausencia de una mayoría absoluta, ¿qué efectos puede tener en el Senado?
Hay una veintena de fuerzas políticas con representación en la Cámara, muestra fehaciente del pluralismo político, social y territorial de nuestro país. Estamos obligados a favorecer espacios de diálogo y escucha y buscar consensos que respondan a las demandas de esa sociedad diversa y plural representada en el Parlamento. Así mejoramos la democracia y por lo tanto la convivencia. Pero ello exige un enorme esfuerzo de generosidad y líderes que sepan estar a la altura para hacer posible ese diálogo. Abandonar el hemiciclo por parte de un grupo parlamentario, significa un abandono del diálogo y la escucha, y polariza.
¿Cree que el ciudadano de a pie siente cercanía a instituciones tan importantes como el Senado? ¿Cree que entiende el peso y la trascendencia de su trabajo?
La ciudadanía espera que las instituciones, a través de quienes las representamos, hablemos de lo importante. Cuando los debates y las decisiones no van por ese camino, nos alejamos de nuestra verdadera labor. Y cuando la crispación se convierte en lo normal, la ciudadanía se aleja de las instituciones. Tenemos que ser capaces de recuperar la confianza de la gente y para ello tenemos que abordar de forma seria, rigurosa y responsable los numerosos temas que nos apremian. Para ellos hay que insistir en dar a conocer el Senado, lo que no se conoce no se aprecia y se critica injustamente. Hay que ser fuerte para mantener la fortaleza de las instituciones.
¿Cuál es la función del Senado que mejor puede contribuir a lograr la inclusión de las personas con discapacidad y la defensa de sus derechos?
Como le decía, tenemos que atender a las demandas ciudadanas, desde la perspectiva de la cohesión territorial pero también de la cohesión social. Y no hay cohesión sin plena inclusión. Si dejamos fuera a las personas con discapacidad, si no garantizamos y defendemos sus derechos, no podremos alcanzar una sociedad justa y equilibrada.
Me consta el excelente trabajo que realiza la comisión de discapacidad y me permito recordar también el compromiso que adquirí el día en que tomé posesión de la presidencia del Senado, que coincidió con el Día internacional de las personas con discapacidad. España ha sido referente en avances y defensa de los derechos de las personas con discapacidad a nivel estatal, autonómico y local, y en ese sentido me comprometí, desde la Presidencia del Senado, a continuar la senda de la remoción de obstáculos que dificulten la plenitud en derechos, garantías y libertades de un colectivo que simboliza la lucha constante por la igualdad.
Los tiempos actuales de pandemia y la inestabilidad política han tenido paralizados algunos proyectos importantes, como es la reforma del artículo 49 de la Constitución, con el fin de reforzar la protección de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad y de actualizar la terminología de la Carta Magna. ¿Cuándo cree que se retomará este proceso y qué opina del mismo?
Las Cortes Generales hemos retomado ya la tramitación legislativa, y vamos a intensificar la tarea para tratar de abordar cuanto antes todas aquellas cuestiones que la crisis sanitaria ha obligado a aplazar.
La reforma del artículo 49 es una cuestión de dignidad y respeto a la diversidad. Es necesario que la Constitución Española se actualice y adapte a la
Convención de 2006, con modificaciones tanto desde el punto de vista del lenguaje como de su contenido. Así lo recoge esta reforma, que suprime una denominación ofensiva hacia las personas con discapacidad y avanza en la defensa de sus derechos.
Una democracia no es plena si no trata de la misma manera a todas las personas que la componen.
El pasado mes de febrero el Senado aprobó la toma en consideración de la Proposición de Ley Orgánica de modificación del Código Penal para la erradicación de la esterilización forzada de las personas con discapacidad incapacitadas judicialmente, ¿cómo se vivió este momento en el Senado y cuándo cree que estará definitivamente aprobado?
La esterilización forzosa es una vulneración de los derechos humanos intolerable, que sufren principalmente las mujeres. Antes del debate de toma en consideración, que contó con una amplia mayoría, tuve la oportunidad de recibir a los representantes de
CERMI en una reunión en la que abordamos esta y otras cuestiones de máximo interés para el colectivo. En este punto quiero destacar la inestimable labor que ha desempeñado CERMI en esta cuestión y en otras tantas que afectan a las personas con discapacidad.
Es una cuestión muy grave. Se trata de una vulneración de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, hay que velar por su protección y no utilizar sistemas que lo que persigan es situarles en una posición de mayor vulnerabilidad frente los delitos contra su libertad sexual. El respeto a la plena libertad sexual como un bien jurídico protegido es el mismo para cualquier mujer con independencia de su edad, situación, procedencia, discapacidad…
Usted ha trabajado de cerca en temas de violencia de género, que en el caso de la mujer con discapacidad se sufre con mayor intensidad, ¿cuáles serían, a su juicio, los instrumentos necesarios para erradicar esta realidad?
La violencia machista ataca en mayor proporción a las mujeres con discapacidad y con formas específicas de violencia que tenemos que detectar para poder combatirlas y erradicarlas. Por eso, es prioritario que tanto las víctimas como sus entornos sepan reconocer desde el primer momento estos comportamientos. Otro aspecto clave es, sin duda, que los servicios y recursos que las mujeres tienen a su disposición sean accesibles.
En este tiempo de crisis sanitaria ha aumentado el número de llamadas al 016 y otros recursos de asesoramiento y protección. El confinamiento propicia la violencia de control y ha alejado a las mujeres y las niñas de sus redes y entornos de apoyo, lo que multiplica el peligro, la dominación y el abuso. Han sido muchas semanas de encierro y en muchos casos de aislamiento, con mujeres a merced de sus maltratadores y en situaciones límite. Creo que tenemos mucho trabajo por delante para atender el después de esta crisis y que los entornos sepan dónde están las señales de alerta; hay que estar muy atentos porque es una obligación cívica y humana.
Las mujeres y niñas con discapacidad sufren una discriminación interseccional, tal y como denuncia la Fundación CERMI Mujeres, por lo que se ha reclamado que todas las políticas públicas tengan en cuenta la doble perspectiva de género y de discapacidad. ¿De qué manera podría contribuir a esta petición del movimiento CERMI?
España es una referencia en políticas públicas de igualdad. Contamos con leyes muy avanzadas y somos una sociedad comprometida con los derechos humanos, pero es innegable que queda mucho por hacer, sobre todo en los casos de doble discriminación como los que puedan afectar a las personas con discapacidad. Para abordarlo de forma adecuada es imprescindible que desde los ámbitos de decisión se cuente con un tratamiento integral, conocer muy bien este fenómeno, así como la necesaria sensibilización social al respecto.
Desde el sector de la discapacidad a menudo se denuncia la desigualdad territorial en el acceso a la sanidad o a los servicios sociales. La importancia de los territorios es evidente, pero la necesidad de cohesión territorial es también fundamental, como demuestran momentos como el actual de pandemia, ¿puede el Senado contribuir a un mejor entendimiento entre ambas realidades?
Cohesión territorial y cohesión social van de la mano. No se entiende la una sin la otra. Y el papel del Senado es fundamental en esa tarea de cogobernanza, cooperación y coordinación para que todas las personas, vivan donde vivan, tengan los mismos derechos. España está unida por CCAA, por territorios, y, por lo tanto, abordar estas cuestiones tiene que garantizar el principio de igualdad de trato y de acceso a equivalentes recursos allá donde estemos.
Si algo debemos aprender de esta crisis es que vivimos en una realidad interconectada. La responsabilidad individual es clave en la respuesta colectiva. No nos podemos desentender de lo que le ocurre a los demás y estoy segura de que, conjuntamente, encontraremos la mejor salida.
¿Qué le sugiere la situación actual de pandemia y cómo la ha afrontado desde su responsabilidad actual?
Estamos viviendo una tragedia de enormes consecuencias para el mundo. En primer lugar, la pérdida de vidas y el padecimiento de los enfermos y sus familiares, y, en segundo lugar, los estragos económicos y sociales que ha causado la pandemia. Estamos ante un cambio de paradigma en la concepción de la humanidad misma. Esta crisis evidencia la fragilidad sobre la que está construido nuestro modelo de sociedad y la absoluta necesidad de reforzar el papel insustituible del Estado, con un refuerzo de las políticas públicas que garanticen los derechos de toda la ciudadanía.
Reconocer que somos vulnerables también es una fortaleza porque nos ayuda a entender la necesidad de reforzar lo que nos es común, que es lo público.
Las personas con discapacidad pertenecen a uno de los grupos más vulnerables ante situaciones de crisis. A pesar de la fuerza de la sociedad civil y su gran trabajo, los efectos del Covid-19, no solo en la salud, podrían poner en riesgo la supervivencia de algunas organizaciones. El sector denuncia algunas decisiones actuales, como el recorte en las recaudaciones del IRPF para fines sociales y de la X solidaria empresarial que ha anunciado el Gobierno, ¿de qué manera podría superarse esta situación y lograr, al contrario, un mayor apoyo por parte del Gobierno?
La dimensión social de la superación de la pandemia tiene en la sociedad civil un pilar fundamental que los poderes públicos tenemos que abordar con responsabilidad y compromiso. Estamos en un primer momento en el que la prioridad de la emergencia sanitaria ha centrado la acción de las distintas administraciones.
Ahora se abre un tiempo nuevo en el que tendremos que diseñar cómo queremos salir, y donde sin duda se tendrán en cuenta toda esa capacidad que despliega la sociedad civil, que en muchas ocasiones son los brazos de la propia administración y llegan allí donde la estructura pública no alcanza.
Hoy hay dos mujeres presidiendo las Cámaras de representantes en España, ¿está más cerca el día en que tengamos una mujer presidenta del Gobierno?
España es un país pionero en políticas de igualdad y el resultado es que cada vez más mujeres están en puestos de responsabilidad. Somos más de la mitad de la población y, en consecuencia, debemos estar presentes en todos los espacios públicos y formar parte activa de la toma de decisiones
Más que un determinado cargo, lo importante es el compromiso con la igualdad de quienes toman las decisiones, sean hombres o mujeres.